"El ex entrenador del Chelsea, José Mourinho, ha sido protagonista en la última semana, sin quererlo, de dos acontecimientos -si se quiere menores-, pero sin lugar a dudas reveladores de por dónde va el mundo. El miércoles pasado, el ex primer ministro portugués, Pedro Santana Lopes, se levantaba airado de un estudio de televisión en el que era entrevistado tras ser interrumpido por el presentador para dar paso a una conexión en directo. El motivo no era otro que la llegada a Lisboa del polémico entrenador de fútbol. Como se ve, un asunto de primera importancia capaz de oscurecer la presencia del antiguo jefe del Ejecutivo portugués.
Hace unos días, el director del diario británico The Guardian, Alan Rusbridger, se quejaba con algo de ironía y cierta desazón de que el histórico The Times, la biblia escrita de muchas generaciones hasta que cayó en manos de Rupert Murdoch, había dedicado las dos terceras partes de de su portada al mediático Mourinho, lo que es algo más que un síntoma de los problemas que vive la prensa de papel. La lectura que hacía el director de The Guardian es que los medios de comunicación se han vuelto cada vez más triviales en aras de ganar lectores.
Rusbridger tiene razón. Y mucha. Pero no son sólo los periódicos son cada día más espumosos, más intranscendentes; sino, sobre todo, la vida política. Es evidente de que no se trata de un asunto estrictamente español, lo mismo sucede en Francia, Reino Unido o Italia, países en los que lo fútil, lo insustancial, ha sustituido a la enjundia. En el caso español, esta incapacidad para separar el grano de la paja se manifiesta con toda crudeza en todo lo que rodea al fenómeno territorial. " - Carlos Sanchez, El Confidencial
Hace unos días, el director del diario británico The Guardian, Alan Rusbridger, se quejaba con algo de ironía y cierta desazón de que el histórico The Times, la biblia escrita de muchas generaciones hasta que cayó en manos de Rupert Murdoch, había dedicado las dos terceras partes de de su portada al mediático Mourinho, lo que es algo más que un síntoma de los problemas que vive la prensa de papel. La lectura que hacía el director de The Guardian es que los medios de comunicación se han vuelto cada vez más triviales en aras de ganar lectores.
Rusbridger tiene razón. Y mucha. Pero no son sólo los periódicos son cada día más espumosos, más intranscendentes; sino, sobre todo, la vida política. Es evidente de que no se trata de un asunto estrictamente español, lo mismo sucede en Francia, Reino Unido o Italia, países en los que lo fútil, lo insustancial, ha sustituido a la enjundia. En el caso español, esta incapacidad para separar el grano de la paja se manifiesta con toda crudeza en todo lo que rodea al fenómeno territorial. " - Carlos Sanchez, El Confidencial
Sem comentários:
Enviar um comentário