quinta-feira, abril 24, 2008

GENERACIÓN Y

O título deste post é o nome do blogue de Yoani Sánchez, uma cubana que acabou de ganhar o Prémio Ortega y Gasset 2008 de jornalismo digital. Hoje, o El Pais publicou uma entrevista com ela cuja leitura se recomenda. A ela e ao blogue. Este último, escrito a partir de Cuba, é uma boa forma de ir acompanhando o que por lá se passa, em especial agora que estamos em tempo de mudanças. Aqui fica uma amostra do que ali se escreveu, antes da partida de Yoani para Espanha, onde foi receber o merecido prémio que lhe foi atribuído.

"Estoy haciendo una nueva carrera universitaria. No está relacionada con alguna especialidad, pero podré obtener un diploma de “licenciada en sortear la burocracia”. Los temas de estudio son los trámites y papeles para viajar fuera de Cuba y, las asignaturas, llevan una buena dosis de paciencia, mansedumbre e incógnita. A este curso intensivo en “papeleo” no he llegado en cero, sino que arrastro una década ejercitándome en el fragor de la tramitología. Hay que agregar los múltiples estrellones contra los funcionarios y una lenta resignación ante el tufillo de las oficinas.
La experiencia de hablar con burócratas –para los que siempre falta algún documento, un cuño o una firma- me permitirá agenciarme la máxima calificación en algunas materias. No obstante, tendré que superar cierta predisposición al arrebato, una furia inconveniente cuando me dicen “su papel no ha llegado a tiempo” o “eso tienen que aprobarlo más arriba”.
El resultado final de este ejercicio será una pequeña tarjeta blanca donde se me autoriza a salir de Cuba para recoger el premio Ortega y Gasset. Insisto que no se trata de “viajar”, ya que ningún cubano usa ese verbo para la acción de ir al extranjero. Nosotros saltamos, cruzamos, salimos o nos vamos; pero viajar es demasiado poco cuando de brincar la insularidad se trata. Incluso, la ansiada autorización que necesito es conocida como “permiso de salida” y lleva en sí el sonido de cerrojos que se abren.
No sé si sirvan de mucho las horas acumuladas en las colas, las certificaciones de nacimiento legalizadas, el hábito de llevar hasta los documentos que no hacen falta -como la tarjeta de vacunación o el último recibo de la electricidad-. No sé, pero intuyo, que la respuesta a mi solicitud de viaje ya está tomada y espera por mí en una gaveta. Nada de lo que haga podrá evitar que la llave abra o cierre la puerta.
Mientras, llego a creerme que “salir” es posible
".

Sem comentários:

Enviar um comentário